El edificio Intempo y Benidorm van de la mano

El mes de abril, dos periódicos de referencia han escrito sobre Benidorm. El 15 de abril, el diario "El Mundo" publicaba en su edición en papel el artículo “El ‘ladrillo’ vuelve a la ciudad del turismo” firmado por Sergio Sampedro sobre el reinicio de las obras de la construcción en Benidorm, en el que tomaba como una de las referencias el edificio Intempo. "El País Semanal" por su parte publicaba el domingo 19 de abril un amplio reportaje titulado “Último invierno en Benidorm”, con textos de Juan José Millás y fotografías de Jordi Socías.

«El Mundo» escribe justo tras el reinicio de los trabajos: “El sector de la construcción volvió al trabajo en la Comunidad Valenciana en el primer día laborable tras el decreto del Gobierno de España que obligó a suspender toda actividad no esencial desde el 28 de marzo. En el caso de Benidorm, el freno al ladrillo supuso un parón en la importante reconversión que varias empresas están haciendo de la zona de Poniente, la menos transitada de las dos playas principales de la ciudad turística, contempla la construcción de varios hoteles y rascacielos de lujo, incluido el H10, la nueva Delfin Tower o el Intempo, el destinado a ser el residencial más alto de Europa.” Entre otras cosas destaca que “la promotora del Intempo ha reiniciado las obras de actualización del edificio con 75 personas con el objetivo de ‘volver cuanto antes a la normalidad’ y completar la comercialización de sus 256 viviendas”.

En primer término obras de la Delfín Towers, al fondo el edificio Intempo (foto: Manuel Lorenzo / El Mundo)

En el reportaje de «El País Semanal» los autores, el escritor/periodista Juan José Millás y el fotógrafo, Jordi Socías, se adentran en Benidorm en el mes de febrero, justo antes de la llegada de la pandemia, para conocer como es el turismo en esta incalificable ciudad. Ambos periodistas suman 150 años por lo que, como dice el articulista, pasan inadvertidos en “un mundo paralelo a 22 grados con Benidorm como símbolo de la vida feliz de muchos mayores en España. Desde clases de zumba hasta paseos junto al Mediterráneo y unas alcachofas de primera”, para realizar la crónica de un viaje iniciático desiniciático.

El escritor se muestra sorprendido de lo que ve desde la ventana de su hotel: “Por las noches, gracias a una iluminación extraordinaria, podías creer que te hallabas en Hong Kong, incluso en Nueva York, según algunas guías”. Y por la mañana, ya a pie de calle, sigue yendo de sorpresa en sorpresa: “Benidorm parecía creado por un demiurgo que con materiales tan groseros como el ladrillo o el hormigón, pues no tenía otros a mano, fundó un mundo que intentaba parecerse al mundo platónico de las ideas urbanísticas”.

Preciosa imagen de la playa de Benidorm con la Isla al fondo (foto: Jordi Socías / El País Semanal)

A juzgar por lo escrito el muy experimentado fotógrafo también quedó asombrado: “¡Este lugar es único! ¡Jamás había visto algo así!”, pone Millás en boca de Socías, y sigue “mientras hablaba, acariciaba su cámara sin saber hacia dónde dirigirla, como el cazador de leones que en medio de la selva escucha rugidos cuya procedencia ignora”.

Benidorm es un lugar singular que no deja indiferente a nadie, y el Intempo se erige como una gran atalaya, un icono imprescindible sobre la ciudad.